
Inmaculada García es una joven enfermera alicantina que trabaja también como profesora de danza oriental y que se encuentra embarazada de casi nueve meses
.Afirma que este tipo de baile es muy beneficioso para las mujeres embarazadas y que incluso ha asesorado a un grupo de matronas que han adoptado algunos de los movimientos de esta danza en sus tablas de preparación al parto.Esta joven profesora es madre de una niña y actualmente está a una semana de dar a luz a su segundo hijo.
Durante el primer embarazo estuvo practicando danza del vientre como alumna hasta los ocho meses de gestación, y el parto, comenta, "fue rapidísimo" y "sin ningún problema de dilatación".
La danza del vientre, según explicó, aporta muchos beneficios a las mujeres encintas, ya que "fortalece todos los músculos que van a participar en el momento del parto".Además, añadió, cuando se baila "estás fortaleciendo los músculos para que puedan sujetar mejor el feto durante todo el embarazo", para evitar problemas de desprendimiento, y "también elimina ansiedad y favorece el buen humor".
Así, relató, cuando se practica danza se trabajan sobre todo "los músculos del perineo, del bajo vientre, los abdominales" y también los torácicos, "con lo que refuerzas también la capacidad torácica".
Estos músculos del suelo pélvico, que son los que se utilizan en el parto, "no se usan normalmente", y por tanto, "se atrofian". Por ello, al bailar se utilizan y adquieren "más elasticidad y flexibilidad", con lo que "a la hora de dar a luz son mucho más elásticos y flexibles y la dilatación es mucho más rápida".
Con la danza se utilizan también los glúteos y se fortalece "mucho" la zona del sacro, "con lo que hay una disminución muy grande de lumbalgias". De hecho, destaca, "yo creo que en ninguno de los dos embarazos he tenido problemas de lumbalgias".
Inma señala que simplemente la postura básica de la danza oriental ya "te ayuda a mantener la postura, a fortalecer todo lo que son los músculos del perineo, del abdomen y de la parte del sacro, para que a la hora de estar embarazada no se utilice la espalda de apoyo, porque las embarazadas tendemos mucho a usar la espalda como apoyo" debido al peso que se siente delante, con lo que las lumbalgias y sacralgias están a la orden del día.
Con este baile se utilizan también mucho las piernas, con lo que se producen "menos problemas de varices, de trombosis o de edemas", indica Inmaculada, quien destaca que esta danza es "fabulosa".
Esta joven enfermera comenta que en el embarazo de su primer hijo estuvo practicando danza como alumna hasta "casi el octavo mes" y que el parto "fue rapidísimo; en una hora mi hija vino al mundo sin ningún problema de dilatación".En su opinión, bailar mientras se está embarazada es una "experiencia preciosa"; es "como si estuvieras meciendo a tu hijo, como si lo cogieras". "Como además lo que utilizas es esa zona, justo donde está él, es como si lo llevaras ya en tus brazos, como si lo acariciaras, lo mecieras, es como si estuvieras bailando con él; algo muy íntimo, conectas mucho con él, desde el primer mes", señala.
Inma comenta que bailar durante el embarazo no tiene, en principio, contraindicaciones, aunque hay que hacerse una revisión médica y tener en cuenta que la placenta "esté bien enganchada, que no haya peligro de aborto y que el feto esté bien cogido". "Si todo está bien, no hay ningúna contraindicación", afirma.Señala que la comunidad médica y científica "está estudiando" los beneficios del baile en las embarazadas y que "cada vez están más a favor de usar la danza".
De hecho, comenta Inma, "muchas alumnas ya me vienen diciendo, es que el médico me ha dicho que haga danza".Además, un grupo de matronas, "que ha visto los movimientos que usamos y que son buenos para el parto, tanto para el preparto como el postparto, y para el climaterio", pidió a Inma que les diera unas charlas para poder llevar algunos de los movimientos de la danza del vientre a las tablas de preparación al parto.
Inmaculada recomienda a las mujeres embarazadas que practiquen danza del vientre e incluso antes de saber que están encinta, pues "te va a servir para todo, para regular la menstruación, para eliminar dolores, para prevenir problemas de ovarios o para bloqueos sexuales". Y es que, según comenta, la zona que se trabaja en este tipo baile es donde reside la energía de la mujer, y "si no la utilizamos, la estancamos y entonces vienen problemas ováricos, de menstruación...".
1 comentario:
Hola Fatimah. Decirte que últimamente encuentro muchas voces que me apuntan a practicar Danza del Vientre. Hemos intercambiado algún mensaje en la red de Mujeres en Círculo (soy Inés). Dejo aquí, en este post, una entrada, pues, precisamente, el problema de cistocele que he tenido se ha originado después de un parto. La fase de dilatación duró muchas horas (como 14) y fue muy muy dolorosa... de hecho, pensé que iba a perder la conciencia en el perído final. Dilaté de golpe los 3 cms que me faltaban cuando acepté que eso podía ser así y me puse de parto. El expulsivo duró como una hora y media. El bebé venía con dos vueltas de cordón, una en el brazo y otra en el cuello y, aunque me sentía llena de fuerza animal, feliz e iba cambiando de postura a mi antojo... nos costó mucho el alumbramiento. Finalmente vino hermoso, muy hecho, tranquilo, deseoso de tetita... ha sido una gran bendición.
El fisioterapeuta que me está tratando dice que mi problema se ha producido por el gran esfuerzo que los ligamentos hicieron durante el expulsivo porque fue muy prolongado y yo soy muy pequeña y mi bebé fue enorme. Estoy haciendo un trabajo a conciencia de recuperación de mi poder femenino, con meditaciones, kinesiología, atendiendo a los mensajes de la vida, sanando viejas heridas que tienen que ver, en parte, con el dolor arrastrado, todo un período de oscuridad y locura que no había llorado... algo de maltrato sexual... y muchas, muchas creencias que dificultan una salud merecedora. Voy desmontando la imagen personal de mí misma poco a poco y mi prolapso (después de 5 meses) ahora es leve (aunque sigue despertando algunos pensamientos de frustración en mí). Por otra parte, tengo una cuenta pendiente con la sensualidad y la sexualidad, pues, aunque soy activa y tengo maravillosos orgasmos... hay una parte de mí que todavía "se avergüenza", otra parte que "está enfadada"... no sé cómo explicarlo... estoy ahí.
Dejo este testimonio aquí, por si le sirve a alguien también. Me encantaría practicar danza del vientre porque sé que me podría ayudar pero hacerlo sola... no sé si voy a tener la voluntad. Así que le pido al Universo, al Gran Espíritu, que ponga cerca de mí, la sabiduría y el compartir de una mujer que me pueda enseñar a reconectarme con mi energía más sagrada, para que me ayude a amarme y a sanarme. Es también mi deseo, volver a ser a madre sin frustraciones, sin complejos.
Que así sea.
Gracias por estar ahí.
Inés.
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